Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:8,9 (RVR1960).
Un diario americano, hace un tiempo atrás, publicó un reportaje sobre una mujer que estaba conduciendo, volviendo a su hogar, cuando se dio cuenta de que un gran camión la seguía. Pensando que lo tenía demasiado cerca aceleró, pero el camión también lo hizo y quedaron en una especie de carrera por un buen tramo.
La mujer, asustada, salió de la carretera y se detuvo en el carril lateral pero vio con asombro que el camión frenaba detrás de ella y, aterrada, se dirigió a una próxima gasolinera y saltó del auto gritando.
El conductor del camión salió de su vehículo y abrió la puerta trasera del coche de la mujer. Allí, agachado, detrás del asiento, se encontraba un malhechor culpable de hurtos y violaciones, que estaba siendo buscado por la policía.
El conductor del camión, desde una posición más alta que la del coche que tenía delante, lo había visto entrar y se lanzó a perseguir el coche de la mujer, no para hacerle daño, sino para protegerla, lo que se hizo inmediatamente llamando a más policías.
Dios siempre está atento a nuestras vidas y, si bien podemos estar seguros de que su protección nunca nos abandona, existen circunstancias en las que nos sentimos inseguros como esta mujer porque tenemos otra perspectiva; entonces, empezamos a huir con todas nuestras fuerzas, tomamos las decisiones basándonos en lo que vemos sin percatarnos de que puede estar acechándonos algo peligroso.
Dios siempre tiene una mejor visión de nuestra vida que no se basa sólo en el momento, sino que conoce el pasado, el presente y futuro de cada uno de nosotros, por lo que, aunque no entendamos lo que sucede, podemos vivir confiados.
Mantente atento, que todo el tiempo tu mente y corazón estén dispuestos a escuchar lo que Dios tiene que decirte; podría estar usando desde tu conciencia hasta las circunstancias que no entiendes para salvarte de peligros que desconoces.
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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