1. Decide concentrarte en lo bueno de las situaciones y las personas… Es fácil ver lo malo, pero nuestra concentración debe estar en las virtudes, en las posibilidades. Lo que más vemos, pensamos y hablamos determina nuestra vida. Piensa, habla y ve lo bueno. Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten. 2. Habla menos… Generalmente nos arrepentimos de lo que hablamos de más, no de lo que callamos. Además esto último se resuelve fácilmente. Provervios 17:2828 Hasta el necio pasa por sabio e inteligente cuando se calla y guarda silencio. 3. Cumple tus promesas… La confianza se gana a través de experiencias en las que hicimos lo que prometimos; cuídate de cumplir las pequeñas y grandes promesas y los demás confiarán en ti sus pequeñas y grandes oportunidades y tesoros. 4. Mantente dando… Lo que sembramos cosechamos; quien vive dando, vive recibiendo. Da a los demás de tu tiempo, cariño, conocimiento, dinero y amistad. Cada vez que recibas algo, comparte con alguien una porción, así mantendrás abierta la llave de las bendiciones. Proverbios 11:2525 El que es generoso, progresa; el que siembra, también cosecha. 5. Persevera… No importa las circunstancias, persevera, persevera, persevera; y cuando te canses, persevera. Josué 1:99 »Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas. 6. Expresa amor a los tuyos… Abraza a tus hijos, besa a tu pareja, escríbeles una nota, diles textualmente “te amo” y escúchalos. Nadie nos enamoramos de lo que otro siente por nosotros, sino de cómo expresa lo que siente. 7.No permitas que pase un día sin platicar con Dios… Nadie te ama más, nadie te perdona tanto, nadie te da tantas oportunidades, nadie está dispuesto a escucharte siempre y nadie ha dado su vida por ti, sólo Cristo. Compártele tus deseos, necesidades y gratitud. Juan 3:1616 »Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.
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