Todos estamos tan ocupados que parece como si no tuviésemos tiempo para hacer nada más. Si se presenta un imprevisto, a veces nos sentimos frustrados al pensar que no tenemos tiempo libre para realizar esa actividad de último minuto. Sin embargo, a veces invertimos nuestros esfuerzos en cosas que no valen la pena, y luego nos quejamos de que no tenemos tiempo. Si hay alguna actividad de la cual no creas que esté consumiendo tus momentos libres, entonces es momento de que evalúes si eso es cierto. Es momento de evaluar en qué estamos invirtiendo nuestro tiempo: 1. Hacer lo que no se debe: La tecnología nos ha traído muchos avances, pero también nos ha hecho creer que tenemos más deberes de los que hay. Por ejemplo, revisar cosas que no son productivas, consume nuestro tiempo más de lo que creemos. Al suprimir todas estas actividades banales, tendremos más oportunidades de hacer otros deberes que realmente importan. Nuestros días no son eternos, entonces ¿por qué desperdiciarlos? 2. Hacer lo que menos importa: Es vital dar prioridad a las cosas de acuerdo a su importancia, de lo contrario se pierde tiempo y energía haciendo pequeñas tareas que nos distraen de lo fundamental. No otorgues mayor peso a las cosas pequeñas; en cambio, realiza primero lo que debas hacer, y lo demás vendrá después. 3. Lamentarse: Si algo no salió bien, de nada vale pensar una y otra vez en ello. Se pierde el tiempo pensando y meditando en aquello que no funcionó, pero se invierte poco en hacer algo. Así que, no seas parte de los muchos que se quedan estancados en sus pensamientos y se niegan a ponerlas en acción.
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