Cada día es una nueva oportunidad que tenemos para no cometer los mismos errores del ayer. Es por ello que debemos estar en constante renovación y transformación. 1. ¿Hay alguien a que deba perdonar? Todos alguna vez hemos sido heridos por otros, ya sea en menor o mayor porcentaje. Sin embargo, no debe ser motivo para guardar resentimiento contra la otra persona. El perdón, además de ser liberador, es una práctica que enseñó Jesús. En Mateo 6:14-15 dice “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.” Por lo tanto, es importante no tener pendientes con nadie, dejar que las heridas sanen y restaurar las relaciones. 2. ¿Qué miedo debo vencer? El miedo es un gran obstáculo que nos impide avanzar; y la mejor manera de vencerlo, es enfrentándolo. En 2 Timoteo 1:7 dice “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” Así que debemos pedir la ayuda de Dios, y junto a Él, vencer esos temores que nos están restringiendo de vivir una vida plena. 3.¿Qué he aprendido de mis errores? Escribir una lista de las cosas que hemos aprendido de nuestros errores, es una forma práctica de reflexionar cuando queremos darnos por vencidos. Detrás de cada equivocación, siempre hay una gran lección. “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” Romanos 8:28 4. ¿Cómo puedo ayudar a otros? Así como Jesús nos dio el ejemplo, debemos poner a los demás por delante nuestro y ayudar a los más necesitados. Esto implica hacerlo no sólo con aquellos que no tienen muchos recursos económicos, sino también con cualquiera que necesite nuestro apoyo. “Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.” 1 Pedro 4:10 5. ¿Hay algún cambio al que me esté resistiendo? Cuando estamos acostumbrados a una rutina, los cambios pueden ser intimidantes. No obstante, ellos traen muchas ventajas, si tan solo dejamos que actúen en nuestras vidas. Al principio puede resultar duro, pero una vez que nos adaptamos, podremos disfrutar de los beneficios. 6. ¿En qué aspecto debo mejorar? Todos tenemos un área débil que necesitamos mejorar. Una vez que lo identificamos, debemos poner todo nuestro esfuerzo para trabajar en ese aspecto. Para lograrlo, podemos pedir ayuda a otras personas y así tener a alguien en quien respaldarnos si necesitamos apoyo. Además, tampoco debemos dejar de lado la oración y la lectura de la Biblia.
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