Debido a su gusto por las flores y rosas, mi madre siempre dice que debemos darle rosas mientras está viva, en vez de ponérselas sobre la lápida de su tumba después que muera. Al pasar el tiempo me di cuenta de la sabiduría que hay en sus palabras, pues muchas veces honramos a las personas una vez que han fallecido, mas no en vida. Romanos 12:10 dice: “Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.” Este versículo nos insta a reconocer el trabajo que hacen los demás, al mismo tiempo que demostramos amor fraternal. Esto no quiere decir que debemos adular o hablar con hipocresía sobre ellos, si no en cambio, respetarlos y evocar lo bueno de sus acciones o trabajo. Si hay alguien en tu comunidad, ya sea un familiar, líder, amigo, o cualquier otra persona, que creas que merece ser honrado por ser un ejemplo para los demás, puedes realizar estas pequeñas acciones para condecorar su labor. 1. Reconocimiento en privado: Unas cuantas palabras de aprecio y apoyo son una buena manera de hacerle saber a alguien lo que significa para nosotros. No es necesario entregar regalos costosos ni organizar grandes fiestas. Tan solo debes acercarte a esa persona y decirle las palabras que salgan de tu corazón. 2. Reconocimiento ante Dios: Otra manera de honrar a los demás, es orando por sus vidas. Nadie mejor que Dios sabrá tus intenciones, y Él es quien se encargará de recompensar a esa persona, y a ti. 3. Reconocimiento ante los demás: Si deseas puedes organizar una pequeña reunión donde más personas puedan expresar su afecto y reconocimiento ante alguien. Otra idea es hacer que todos escriban o firmen una tarjeta de agradecimiento para que posteriormente sea entregada a la persona a honrar.
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