Más de una decena de apicultores del departamento abre las puertas de sus criaderos de abejas para que los enfermos accedan a esta terapia, bajo la supervisión de médicos.
La apicultura cochabambina incursiona en una nueva área: la terapia de inhalación del aroma de las colmenas para tratar males pulmonares y alergias.
Suman más de una decena de apicultores en Cochabamba que aceptaron abrir las puertas de sus criaderos para la realización de este tipo de terapia, de acuerdo con información de la Federación de Apicultores de Cochabamba.
Si bien este procedimiento aún no es muy popular, la pandemia genera que la demanda sea cada vez mayor, considerando que muchos infectados con coronavirus quedan con secuelas a nivel pulmonar.
Al respirar el olor de las colmenas cochabambinas, los pacientes entran en contacto con los componentes naturales que las abejas usan para elaborar la miel, que tienen propiedades antiinflamatorias, antibióticas, antioxidantes y de relajación muscular. “Se han verificado más de mil sustancias, pero aún no está claro qué combinación de principios activos son los que más inciden en la cura terapéutica”, según la información de Ecocolmena.
Además, “el aire que respiran las abejas está cargado con la proteína citocromo, capaz de eliminar residuos químicos e hidrocarburos alojados en el cuerpo”.
El presidente de la Federación de Apicultores de Cochabamba, Nabor Mendizábal, explicó que esta terapia es guiada por médicos.
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Los apicultores harán una exposición de esta apiterapia en el marco de una feria que está programada para este viernes 10 y sábado 11 de diciembre, en la plaza Sucre de Cochabamba, frente a la Facultad de Derecho de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
“Vamos a tener colmenas vivas, para que puedan respirar el aire, porque está comprobado que ayuda a fortalecer los pulmones”.
Al menos 30 expositores participarán de la muestra ferial, según el Presidente de los apicultores.
Apicultores envían miel al occidente boliviano y a los centros mineros
La miel cochabambina se adueñó del mercado occidental de Bolivia.
La Federación de Apicultores de Cochabamba hace envíos de su producción a La Paz, Potosí y Oruro.
La población de los centros mineros del occidente es la que más demanda la miel.
De momento, no hay proyección de exportación, debido a que el precio de miel a granel en el mercado internacional es muy bajo. Sin embargo, los apicultores del departamento están enfocados en la diversificación de sus productos. En la actualidad, además de miel, producen propóleo y cera.
Gracias a estos avances, Cochabamba ocupa entre el primer y segundo lugar como mayor productor de miel de Bolivia.
Los municipios centro de la apicultura son Cocapata, Corani, Colomi, Villa Tunari, Santiváñez, Ayopaya e Independencia.
Por temporada, Cochabamba tiene de dos a tres cosechas. La primera cosecha es entre noviembre y diciembre, la segunda es en marzo y abril y –si las lluvias continúan- hay una más en mayo. Además, cuando hay floración de suncho (una flor del Valle Alto), está garantizada la tercera recolección.
FUENTE:OPINION
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