Un grupo de mujeres de distintas comunidades rurales de Bolivia decidió romper los estereotipos para conquistar su “empoderamiento” y abordar los problemas de la crisis climática a través de su propia experiencia, plasmada en una serie de reportajes que ellas mismas elaboraron.
Las piezas audiovisuales, montadas con sus propios dispositivos móviles, han supuesto un desafío para aquellas de más edad que decidieron insertarse en el mundo tecnológico mientras que las más jóvenes han aprendido de las vivencias de las más experimentadas.
Las temáticas abordan asuntos como la conservación ambiental, el cuidado de áreas protegidas, la producción de alimentos para consumo doméstico, los conocimientos sobre plantas medicinales, entre otros, que tienen como eje transversal la crisis climática y el potenciar sus capacidades.
Helen Álvarez, que conformó el equipo de instrucción, mencionó que la labor principal fue proporcionarles “herramientas periodísticas” para el manejo de la imagen y la palabra con criterios de orden y sistematización.
Justamente, las muestras que tienen una duración de unos cuatro minutos y recogen testimonios de mujeres lugareñas que se acompañan con imágenes y fotografías que refuerzan los mensajes que también tienen el aporte del relato de la misma persona que elaboró el trabajo.
Tránsito a lo público
Margarita Bautista, una mujer aimara de Santiago de Huata, una población cercana al lago Titicaca, contó que en su trabajo plasmó la preocupación por generar condiciones de un “turismo ecológico”, luego de observar la cantidad de residuos que encontró en los márgenes del espejo de agua.
Bautista, de más de 50 años, recordó que fue su madre quien la impulsó a formarse e ir “más allá” de las labores domésticas y que gracias a ello se tituló como maestra, fue sindicalista y locutora radial hasta llegar a ser concejala de su municipio y que este es “un paso más” en su formación.
También contó que su nieto adolescente es quien hace de su “maestro” y la introdujo al mundo de la tecnología para “dominar” varias actividades que hace en computadora y en su celular.
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Por su lado, Martha Velásquez, de 23 años, es una de las líderes de la población de Presto en el departamento de Chuquisaca y en su reportaje muestra la importancia de la conservación del janchicoco, el fruto de una palmera de cuyo interior se extrae lo necesario para la elaboración de una harina altamente nutritiva que se emplea en la repostería.
Velásquez contó que en los años anteriores en El Palmar, que tiene la condición de área protegida, se produjeron incendios forestales con efectos graves en las palmeras y que eso supuso en tomar acciones para “hacer frente a la crisis climática”.
El cuidado de esas palmeras en su región es de suma importancia ya que la recolección del janchicoco es controlada y en paralelo se trabaja para formar guardias forestales, una labor que incluso ha llegado a interesar a jóvenes y niños de su comunidad.
Los otros diez trabajos los elaboraron mujeres de las poblaciones de Apolo (La Paz), Colomi (Cochabamba), Torotoro y Villazón (Potosí) y Yunchará (Tarija).
”Empoderamiento” y “resiliencia”
”Este proyecto “Biocultura y Cambio Climático” contó con el apoyo de la Agencia de Cooperación Suiza en Bolivia, para dar un lugar a las mujeres sobre un tema en el que por lo general no se les tiene en cuenta.
La embajadora de Suiza en Bolivia, Edita Vokral, dijo que la elaboración de estas historias manifiestan un “verdadero empoderamiento de la mujer” y que contribuyen para “avanzar hacia una respuesta resiliente a la crisis climática”.
La diplomática destacó que el principal logro fue dar protagonismo a las mujeres “en espacios en los que antes no habían podido participar”.
Al respecto, la instructora Álvarez apuntó que en este proceso también se trabajó en el “autoconocimiento” de las fuerzas y experiencias de las productoras de los audiovisuales y a través de ello “trascender en el espacio público”.
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