¿Te diste cuenta cuán grande es la misericordia de Dios que te hizo renacer? Nadie merecía que Jesús muera por sus pecados, sin embargo, sucedió por el amor infinito de Dios hacia la humanidad.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1 Pedro 1:3 (RVR 1960)
El comentario de Spurgeon sobre 1 Pedro1:3 dice: «Ningún otro atributo pudo habernos ayudado si se hubiera rehusado la misericordia. Como nosotros somos por naturaleza, la justicia nos condena, la santidad nos desaprueba, el poder nos aplasta, la verdad confirma la amenaza de la ley, y la ira la cumple. Es por la misericordia de nuestro Dios que toda nuestra esperanza comienza.»
Bendito Dios que nos da una esperanza viva, real y que perdura. ¡Somos privilegiados!
para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1 Pedro 1:4-5 (RVR 1960)
¿Por qué Dios se tomaría la molestia de enviar a Su Hijo a morir por gente pecadora? ¿Cuál es su motivación? Quizá la mente no nos alcance para comprender la respuesta; por eso se nos pide que creamos, que tengamos fe en su Palabra y en Aquel demostró su amor infinito por la humanidad.
¡Fuimos renacidos para tener una herencia perfecta y que no se marchita ni cambia!
Dios te ama y su misericordia te alcanza en cualquier circunstancia o situación que estés atravesando. Recuerda que tu vida fue comprada a un alto precio y que el principal objetivo es tu salvación, así es que no te rindas en el proceso. Dios tiene el control.
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