Es importante afinar nuestros oídos para adquirir sabiduría. Estar atentos a lo que vemos, leemos y escuchamos porque todo es información que va a nuestro cerebro y puede influir en nuestro comportamiento, en nuestra actitud diaria. Por ello, tratemos de escuchar, ver y leer, solo lo que nos alimente espiritualmente. Solo lo que nos nutra y edifique.
Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento.
Proverbios 2:2 (NTV)
Elige bien lo que escuchas y ves
En nuestro diario vivir, nos hemos acostumbrado a ver televisión por muchas horas, sobre todo ahora, con el encierro de la pandemia. Pero, debemos afinar nuestros oídos porque si analizamos, los mensajes que nos transmiten hoy día, debemos cuidarnos. Incluso en los comerciales ya están pasando la agenda de la distorsión de los hechos y de la normalidad. Aparentemente nos vamos a tener que acostumbrar a esa agenda, pero no quiere decir que nos dejemos influir por ella.
Hay personas que han decidido evitar del todo la música que no sea cristiana, por ejemplo. Pero ahora también contamos con filtros que nos permiten escoger música que no tenga letras que sean explícitas. Es una manera de cuidarnos, de afinar nuestros oídos con unos protectores de censura. Porque si no lo hacemos, de pronto nos sorprenden canciones con unas letras que realmente nos pueden hacer sonrojar. Y más aún, cuidar con esos filtros a nuestros chiquillos.
Cuida también lo que dices
Cuando hablamos, cuidemos también el lenguaje que usamos, lo que estamos transmitiendo. Dios nos invita a cuidar lo que decimos. Pensemos bien antes de abrir nuestra boca, y así, cuidamos los oídos de otros también. Es primordial entender que debemos afinar nuestros oídos para escuchar la sabiduría y para descartar lo que no sea edificante. Si lo logramos, veremos buenos frutos.
La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.
Proverbios 18:21 (RVR 1960) Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ
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