Buscar a Dios en el secreto no sólo te llevará a una recompensa pública, sino también a tener fortaleza en tiempos de angustia. Así como sucedió con nuestro Señor Jesucristo.
Jesús, antes de ir hacia la cruz, pasó un tiempo con Su Padre en Getsemaní, donde derramó su corazón, dejó sus temores y angustias; pero principalmente recibió la fortaleza para soportar los azotes y rechazos de su propia gente.
¿Necesitas fortaleza?
De la misma forma que Cristo lo hizo, nosotros también necesitamos ir al Getsemaní a hablar en secreto con Dios, sólo así podremos hallar fortaleza y descanso en medio de toda angustia.
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.(…).
Santiago 5:13 (RVR)
La Biblia menciona en Mateo 26 que los discípulos de Jesús se quedaron dormidos mientras Él clamaba a Su padre celestial. Imagino que su corazón se entristeció al ver a sus discípulos rendidos en sus sueños.
Hay momentos en los que nos encontramos en una situación similar a los discípulos, tenemos toda la intención de buscar a Dios, pero por la agenda apretada a la que nos debemos, nos es difícil hacer un espacio para conectarnos con nuestro Padre; o finalmente nos da pereza levantarnos temprano para iniciar un día sobre nuestras rodillas.
Pero hoy quiero animarte a apartar un tiempo para hablar con Dios, no por las recompensas que puedas recibir, sino porque tienes la necesidad de conocer a Aquél que te formó y te dio un propósito para vivir.
Buscar a Dios en el secreto te llevará a una recompensa pública
Esta será la consecuencia de una búsqueda constante de su presencia. Quizá por mucho tiempo has abandonado ese lugar en el que tu corazón se derramaba por completo; donde las palabras humanas se quedaban cortas, porque recibías el consuelo y la fortaleza de un Padre amoroso que desde el vientre de tu madre te conoció.
¿Extrañas ese lugar? Ya no pongas más excusas, debes reconocer que esos tiempos con tu creador son irremplazables.
Dios te espera con los brazos abiertos, así que, ¡vuelve a tu lugar secreto!
Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
Mataeo 6:6 (NVI)
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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