Con el pasar del tiempo la sociedad ha minimizado ciertos aspectos que solamente pueden traernos terribles consecuencias; por ejemplo, seguramente escuchaste el término de “mentiras blancas o piadosas”.
La palabra de Dios dice: “Seis cosas hay que odia el Señor, y siete son abominación para El: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente,
un corazón que maquina planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal,
un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.” Proverbios 6:16-19 (LBLA)
¿Existe algo que Dios odia? La respuesta es sí, son siete cosas que no solamente odia sino que aborrece y están expuestas claramente en las escrituras. En esta lista se encuentra la “lengua mentirosa”; no importa si se trata de una mentira con buenas intenciones, simplemente toda mentira es desagradable para el Señor.
“Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” Apocalipsis 21:8 (LBLA)
Decir mentiras tiene consecuencias, para empezar nos separarán de Dios y de su bendición. Este pasaje es bastante duro y pareciera que la mayoría no entrará al cielo, pero recuerda que es para aquellos que no se arrepienten y continúan practicando algo desagradable para Dios.
¿Cómo estás en esta área? Si te has identificado y eres alguien que ha dicho mentiras sin tomar en cuenta la gravedad del asunto, te animo a acercarte al Señor y confesar tu pecado. Recuerda que Dios te ama y te ayudará a cambiar si estás dispuesto.
¡No te pierdas las grandes bendiciones del Señor por pequeñas cosas!
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