La Navidad logra volcar la mirada de los grupos voluntarios hacia barrios de la periferia de la ciudad o hacia sectores vulnerables para llevar regalos, especialmente a niñas y niños de Santa Cruz. Las campañas involucran a voluntarios, artistas y estudiantes que, cada uno por su lado, intentan expresar su amor y solidaridad por los pequeños.
Los voluntarios mencionan que el sentimiento de satisfacción de entregar regalos los mueve año tras año. Aglutinan personas en torno al mismo objetivo. Buscan a sectores sociales para acercarse y suplir algunas de sus necesidades. Aunque los grupos religiosos son los abanderados de las campañas de caridad, también personas voluntarias se involucran en esta época con actividades solidarias para resaltar el espíritu de las fiestas.
Cuando Silvia Rodríguez venció el cáncer, no tuvo otro interés que apoyar a otros pacientes y familiares de personas con el mismo padecimiento. Así fue que fundó Oncochef, una agrupación de voluntarias que se dedica a organizar comidas solidarias para paliar los gastos de los tratamientos de pacientes del Hospital Oncológico.
“Hemos mandado a Chile a una señora que es madre soltera. La hemos ayudado con los pasajes y algunos trámites de pasaporte”, cuenta Rodríguez, que también pertenece al directorio de Pacientes y Familiares con Cáncer filial Santa Cruz. En sus redes sociales aparece enfundada en un mandil de cocina blanco, y con otras mujeres en trabajo de cocina y entrega de fondos a otras personas.
Las jóvenes Lorena, Yesy, Cielo, Daykin y Brandon giran alrededor de Silvia, se hicieron voluntarias y ahora impulsan la campaña navideña que recolecta juguetes y ropa para niños enfermos de cáncer. “Lo que más necesitamos son pañales y leche, pero nos han donado principalmente juguetes y ropa, lo que está muy bien”, dice Rodríguez.
Para esta campaña, el pequeño equipo se fue a la Feria de Barrio Lindo y convenció a un equipo de televisión de apoyar esa iniciativa. Rodríguez cuenta que además toman fotos de las donaciones para subirlas a sus redes sociales, y que la población pueda tener confianza de su actividad.
La campaña se extenderá hasta hoy, cuando las voluntarias de Oncochef vayan al nosocomio a entregar las donaciones para 19 niños que están en terapia intensiva y 48 niños que reciben tratamiento en sala del Hospital Oncológico. Por las restricciones de covid-19 y del propio tratamiento de los pequeños, las voluntarias no ingresarán a los ambientes de internación y prevén convocar uno por uno a los niños a la sala de espera. “Trabajamos tocando puertas”, dice Silvia Rodríguez.
Una Máquina Solidaria
Una iniciativa más grande en cuanto a número de personas es la de Fundación Máquina Solidaria, encabezado por su director, Pierre Melgar Bustamante, cuya campaña de Navidad se extenderá hasta el 6 de enero o Día de Reyes Magos.
Melgar explica que están movilizadas unas 840 personas voluntarias, entre las que se destacan estudiantes universitarios, el sindicato de trabajadores administrativos de la universidad pública y la Federación de Clubes de Madres Santa Cruz La Grande, y tienen distintos puntos de acopio en la ciudad para recolectar juguetes, ropa y alimentos no perecederos.
La Fundación realiza campañas de atención en salud y entrega de medicinas a lo largo del año en distintos barrios de la periferia de Santa Cruz, e incluso en otros municipios, como Cotoca. Las brigadas de voluntarios se mantienen en contacto con la población beneficiaria el año entero, y llegan a ella con atención de psicología, medicina, fisioterapia y kinesiología para las adultas mayores y para los niños.
Hacia fin de año, la campaña se vuelca a la Navidad y la entrega de regalos a los niños. Los puntos de acopio se instalaron desde el 22 de noviembre con una respuesta interesante de la población. “Tenemos 14 sitios de entrega, ahora mismo están en la cárcel entregando ropa, juguetes y dando atención médica”, resalta Melgar, el pasado jueves, se entregó regalos en tres lugares. El hogar Luz del Mundo, ubicado en el Plan 3000, que alberga a 97 niñas y niños, será otro punto de entrega esta semana.
“Son siete años de vida de la fundación, y los siete años tenemos ayuda solidaria constante a la sociedad y estas campañas con el tema navideño tienen el mismo tiempo, cada vez vamos aumentando los puntos (de entrega) porque la sociedad nos lo pide”, afirma Melgar.
En la universidad
En la Universidad Gabriel René Moreno también se movilizaron en sus distintos centros de estudiantes para acopiar regalos para niños en situación de carestía. Los estudiantes de Ingeniería civil se acoplaron a la campaña convocando a donar un regalo voluntario que se recibía mediante el registro en una nómina. Edgar Arnez, estudiante de la carrera, dijo que es una costumbre anual.
Los ayudantes de cátedra motivaron a sus compañeros a donar juguetes que se exhibían en puertas del centro de estudiantes, algunos ya forrados con papel de regalo celeste o rosado. No fueron los únicos, en la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Financieras la campaña se llama Eco-Noelito y convocó a los estudiantes, quienes hicieron dramatizaciones y videos de Tiktok para pedir donaciones a pesar de que fue una gestión irregular en la presencialidad por la pandemia y por el paro de los 36 días. La recolección se cerró el pasado 17 de diciembre dentro de una campaña que involucró a docentes y estudiantes. “Queremos cambiar las preocupaciones por una sonrisa”, decía el decano de la Facultad de Ciencias del Hábitat, Robert Ribera, mientras pedía en un video el involucramiento en la campaña.
Los talleres, conferencias y otras charlas académicas se organizaron de tal manera que los participantes podían ingresar con un regalo, sea en juguetes o vituallas. El año pasado se recolectaron más de 5.000 regalos que se entregaron en comunidades de municipios cercanos y barrios de los distritos más alejados de la capital.
“Este año ha habido incluso personas que trabajan con hogares y comedores que se acercaron a pedir nuestra ayuda porque saben que cada año hacemos esta campaña”, dice Mariela Sánchez, de la Unidad de Comunicación de la Facultad de Ciencias Económicas.
La entrega de regalos se hace con un show musical a cargo de los estudiantes y generalmente va acompañado de una chocolatada. Este año entregarán regalos entre el 26 y el 30 de diciembre en los barrios 16 de Febrero, Km 16 y comunidad Peji, en La Guardia; la comunidad Loma Alta, en Cabezas; la comunidad Arroyuelo Sur, en Cotoca; las comunidades Abapó; la comunidad Lomas del Urubó en Porongo; y la comunidad Clarachuchío en Warnes.
Los artistas
Un mes y medio de organización tuvo el festival “Hagamos al Niño feliz” que congregó a las bandas más renombradas del rock nacional el pasado 21 de diciembre, cuando la entrada consistía en un juguete, ropa u otro tipo de donaciones. “El escenario lo pone Carlos sin costo. Las empresas privadas no financian este tipo de festivales, se autosolventa con la venta de comida y bebidas durante el concierto, y a veces sale pérdida”, dice Carolina Bellido, una de las organizadoras.
Carlos Velásquez, manager de la banda Track, ha impulsado esta actividad en la capital cruceña durante 38 años. “Las bandas se prenden” a la actividad, dice Carolina, su esposa, incluso las bandas emergentes, y es un encuentro que “cierra el año rockero”. Si la organización se remonta a más de un mes de trabajo, la entrega y repartición de regalos tiene también otro proceso de repartición en la que se manejan distintos criterios. Carolina explica que su primera parada será en el Hogar San José que alberga a niños especiales, donde dejarán los víveres y peluches porque otro tipo de juguetes podrían lastimar a los pequeños.
Un hogar de adultos mayores en la avenida Centenario y otro hogar de madres adolescentes serán visitados también una vez estén todas las donaciones.
Los ayudantes de cátedra motivaron a sus compañeros a donar juguetes que se exhibían en puertas del centro de estudiantes, algunos ya forrados con papel de regalo celeste o rosado. No fueron los únicos, en la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Financieras la campaña se llama Eco-Noelito y convocó a los estudiantes, quienes hicieron dramatizaciones y videos de Tiktok para pedir donaciones a pesar de que fue una gestión irregular en la presencialidad por la pandemia y por el paro de los 36 días. La recolección se cerró el pasado 17 de diciembre dentro de una campaña que involucró a docentes y estudiantes. “Queremos cambiar las preocupaciones por una sonrisa”, decía el decano de la Facultad de Ciencias del Hábitat, Robert Ribera, mientras pedía en un video el involucramiento en la campaña.
Los talleres, conferencias y otras charlas académicas se organizaron de tal manera que los participantes podían ingresar con un regalo, sea en juguetes o vituallas. El año pasado se recolectaron más de 5.000 regalos que se entregaron en comunidades de municipios cercanos y barrios de los distritos más alejados de la capital.
“Este año ha habido incluso personas que trabajan con hogares y comedores que se acercaron a pedir nuestra ayuda porque saben que cada año hacemos esta campaña”, dice Mariela Sánchez, de la Unidad de Comunicación de la Facultad de Ciencias Económicas.
La entrega de regalos se hace con un show musical a cargo de los estudiantes y generalmente va acompañado de una chocolatada. Este año entregarán regalos entre el 26 y el 30 de diciembre en los barrios 16 de Febrero, Km 16 y comunidad Peji, en La Guardia; la comunidad Loma Alta, en Cabezas; la comunidad Arroyuelo Sur, en Cotoca; las comunidades Abapó; la comunidad Lomas del Urubó en Porongo; y la comunidad Clarachuchío en Warnes.
Los artistas
Un mes y medio de organización tuvo el festival “Hagamos al Niño feliz” que congregó a las bandas más renombradas del rock nacional el pasado 21 de diciembre, cuando la entrada consistía en un juguete, ropa u otro tipo de donaciones. “El escenario lo pone Carlos sin costo. Las empresas privadas no financian este tipo de festivales, se autosolventa con la venta de comida y bebidas durante el concierto, y a veces sale pérdida”, dice Carolina Bellido, una de las organizadoras.
Carlos Velásquez, manager de la banda Track, ha impulsado esta actividad en la capital cruceña durante 38 años. “Las bandas se prenden” a la actividad, dice Carolina, su esposa, incluso las bandas emergentes, y es un encuentro que “cierra el año rockero”. Si la organización se remonta a más de un mes de trabajo, la entrega y repartición de regalos tiene también otro proceso de repartición en la que se manejan distintos criterios. Carolina explica que su primera parada será en el Hogar San José que alberga a niños especiales, donde dejarán los víveres y peluches porque otro tipo de juguetes podrían lastimar a los pequeños.
Un hogar de adultos mayores en la avenida Centenario y otro hogar de madres adolescentes serán visitados también una vez estén todas las donaciones.
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