La pandemia no sólo trajo problemas en el sistema de salud, sino también en la educación. Para muchos estudiantes, el avance de las clases es mucho más dificultoso -incluso aburrido- porque deben sentarse por horas frente a un monitor o celular.
Esta situación actual causa un bajo nivel en la formación de los niños, según los maestros. Ante esta situación, muchos profesores aplican diferentes estrategias para captar la atención de los estudiantes; las nuevas técnicas que usan para enseñar van desde el karaoke hasta el teatro.
Una de esas estrategias innovadoras es la de la profesora Anabel Amézaga, de tercero de primaria de la unidad educativa Modesta Omiste de la ciudad de Potosí. La educadora al ver que el 70% de sus estudiantes no podían leer rápido y “ya que continuaban con una lectura lenta y hasta de deletreo”, decidió emplear el karaoke para ayudar a que las niñas puedan mejorar la lectura, la comprensión y la pronunciación.
“A inicio de clases tuve mucha preocupación porque encontré que mis niñas no practicaron lectura debido a que desde medio año del 2020 dejaron de practicar por el cierre de la gestión escolar”, dijo Amézaga a Página Siete.
La maestra sabía que no podría retroceder en la formación de sus estudiantes y decidió implementar una nueva modalidad de enseñanza que no sea aburrida y que llame la atención: el karaoke.
En un principio la intención de la maestra era sólo de mejorar la velocidad, pero luego entendió que también podía usar esta técnica en todas las materias. Ahora enseña matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales y valores a través de las letras de las canciones. Elige los temas de acuerdo con las fechas cívicas, como el Día de la Madre, del Padre y del Niño, entre otros.
“Al principio las niñas querían cantar reguetón, pero al comprender la letra que tenían esas canciones, ya no pidieron esos temas. Ahora, mis niñas se desenvuelven mejor, se pronuncian bien y conocen nuevas palabras”, indicó.
Esta nueva técnica despertó el interés de las alumnas. “A mí me gusta cómo me enseña mi profesora. Ahora leo más rápido y entiendo el contenido de la letra de las canciones”, dijo Dianara y aseguró que es feliz pasando clases, incluso a veces cuenta con la compañía de la abuelita.
Los padres de familia también están felices, ya que vieron un gran avance en sus hijas. “Eso a cualquiera le agrada, porque además de aprender disfrutan de sus clases”, dijo una mamá.
El ejecutivo de la Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia, Vladimir Laura, indicó que el cambio de modalidad de clases provocó que los niños no pongan tanto interés como antes, por eso los maestros adoptan nuevas estrategias.
Algunos usan los juegos, otros enseñan con sopas de letras y otros dan clases con pizarras virtuales.
El ejecutivo de la Confederación de Maestros Rurales, Jhonny Arellano, dijo que aunque la mayoría de las unidades educativas del área rural pasan clases presenciales y semipresenciales, hay otros que también están con la modalidad a distancia y buscan opciones para evitar la deserción escolar.
“Para las clases semipresenciales y a distancia, el maestro también debe innovar”, dijo y aseguró que la aplicación de nuevas técnicas es más difícil en materias como matemáticas y educación física.
En El Alto, algunos maestros enseñan a leer con poemas. El director de la escuela Playa Verde de El Alto, Javier Zuleta, usa esta forma de enseñanza con el fin de que los estudiantes de quinto de primaria aprendan a leer fluidamente. Aunque sus clases sean presenciales, el maestro coincidió en que muchos estudiantes ingresaron este año con deficiencia en lectura.
Apoyo a los de bajos recursos
“Hace un mes, cuando asumí el cargo, realizamos un diagnóstico con los maestros para conocer en qué condiciones estaban los estudiantes. Ahí nos hemos enterado que algunos no pasaban clases porque no tenían internet o aparatos tecnológicos para conectarse a la red”, aseguró a Página Siete el director del colegio Gualberto Villarroel, José Luis Sarabia.
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