La Paz/AMN.- En casi 10 años de funcionamiento, el Museo Interactivo Memoria y Futuro Pipiripi recibió 1.229.317 visitantes, entre niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Es el primer espacio municipal de estas características en Bolivia.
El promedio diario de visitas es de 577, “para los 2.135 días que ha estado abierto al público”, afirmó el responsable del Pipiripi, Sergio Ríos. Solo en dos momentos tuvo que cerrar sus ambientes: por los conflictos sociales de 2019 y por la pandemia del COVID-19, que comenzó el año pasado. A partir de ese momento es que dieron un “salto hacia el futuro”, agregó.
El Pipiripi está en un edificio de seis niveles, en la colina de la zona Santa Bárbara del Centro paceño y desde su creación fue un espacio cultural, de reflexión y de encuentro generacional. Además, se convirtió en un referente de la nueva “museología” y todas las corrientes que hace 50 años sugerían que los museos debían ser espacios más sociales, explicó Ríos.
“Sabemos que el 50 por ciento que nos visitan son adultos que acompañan a sus niños. Entonces, se convierte también en un espacio de encuentro generacional, donde los paceños podemos vernos y compartir momentos gratos, experiencias relacionadas con el juego, la creatividad, pero también con temas importantes, como los ambientales”, resaltó.
El museo comenzó a funcionar el 14 de julio de 2011 y tiene el nombre del acróbata Apolinar Ceballos, más conocido como Pipiripi. Este personaje soñaba con volar por el cielo paceño y lo logró el 14 de julio de 1877, con un globo aerostático.
Juegos
Las dificultades que enfrentó la ciudad, como la crisis del agua de 2016, motivaron a incorporar un área de reflexión sobre el cambio climático y el cuidado de este elemento vital. Se creó el Ecolab, el Laboratorio Ecológico para que los niños conozcan el origen el agua, la importancia de los recursos naturales, la biodiversidad de los bosques y las especies en peligro de extinción.
En el Pipiripi hay talleres y tiene espacios para funciones de títeres, teatro, danza, música, manualidades y otras actividades. Además, cuenta con área al aire libre de más de 1.500 metros cuadrados, denominado: la Plaza de las Tradiciones. Allí los niños juegan ‘tunkuña’, saltan la cuerda, juegan con el trompo, con la pelota ‘tejeta’ o pelota de trapo, a las canicas y los aros, entre otros juegos de antaño.
La pandemia obligó al Pipiripi a incorporar nuevas tecnologías de comunicación e Información y con estas realizaron actividades virtuales, como el ‘Pipiripi en las nubes’ que está vigente.
“La característica de este 2021 es la dinámica de adecuación a los nuevos tiempos. Estamos convencidos que los espacios culturales van a tener que entrar a este funcionamiento híbrido, combinando esta experiencia cultural, entre lo presencial y lo digital”, agregó el funcionario municipal.
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