La regla del oro te convierte en una persona diferente, quisiera contarte una historia: Carla llegó a la oficina muy tarde, una de sus compañeras de trabajo que no tenía una buena relación con ella la denunció con las autoridades correspondientes, y puesto que tenía un ultimátum, terminó siendo despedida.
Todos sus colegas reprocharon la actitud de esta compañera, y cuando cometió una falta, no dudaron en denunciarla, por lo que prontamente ella también quedó sin empleo.
Regla de oro
Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes.
Lucas 6:31 (DHH)
Este pasaje nos enseña una valiosa Regla de Oro para nuestras vidas, ya que generalmente somos tolerantes con nuestros propios errores, pero no con las debilidades de otros.
Así como, la compañera de Carla no tuvo compasión de ella, muchas veces actuamos de manera similar, sin tener piedad por el otro, por lo que nos apresuramos a criticar o emitir juicio sin misericordia contra los demás; olvidamos que esta es una actitud desagradable delante de los ojos de Dios.
Trata a los demás como te gustaría ser tratado
Recordemos que en este mundo recibiremos todo lo que hemos sembrado, es decir, lo que estamos dando a los demás. Por tanto, si no te gusta que te griten, no grites; no quieres que hablen mal de ti, no hables mal de otros; si deseas que sean pacientes contigo, sé paciente; si anhelas recibir amor, expresa ese amor a los que te rodean, así mismo, la misericordia y compasión con aquellos que lo necesitan.
En esta oportunidad te animo a cambiar tu vida y ser diferente al resto del mundo, así como Jesús quiere que seas. Para ello es fundamental que pongas la “Regla de Oro” en tu corazón, trata a los demás como te gustaría que te traten a ti, con bondad, misericordia y amor; no importa si no lo merecen, lo primordial es la obediencia a las reglas de Dios.
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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