Cuando pensamos en lugares especiales para nosotros, probablemente los asociemos a algún evento familiar o personal, algo que nos dejó marcados, pero, ¿recuerdas cuál es ese lugar donde tu vida cambió?
El «tipo» del que hablaba iba bien vestido y estaba quieto con la cabeza agachada en una esquina, y hablaba consigo mismo.
Billy Sunday era en sus días un predicador casi tan conocido y célebre como Billy Graham, de quien seguro casi todos, sino todos, conocemos.
Todos tenemos un lugar en el que nuestras vidas fueron transformadas, ese lugar donde pudimos experimentar la maravillosa gracia salvadora.
Sin embargo, en su gracia, Dios gratuitamente nos hace justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.
Romanos 3:24 (NTV).
Quizás ya no vives en la misma ciudad o el lugar ya no existe, pero lo importante es tener la humildad y ser capaces de reconocer y recordar ese día en el que nuestras vidas fueron transformadas con profundo agradecimiento.
No necesitas ir físicamente a ese lugar, pero puedes, tomarte un tiempo y humildemente reconocer y agradecer por tan grande regalo; porque no se trata tanto del lugar, sino de lo que sucedió ahí.
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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