Un árbol produce fruto cuando tiene las condiciones adecuadas para su desarrollo y producción; de no ser así, este árbol carece de fruto. Así mismo pasa con un cristiano, si no permanece en Jesús, no manifestará ningún fruto, pues por medio de Él tiene desarrollo,
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Juan 15:5 (RVR 1960)
En oración y Palabra, es que la sabia corre para que podamos reflejar el carácter de Jesús en nuestra vida. Ese es el fruto que debemos producir los cristianos, Su carácter en nosotros.
Separados de Jesús nada podemos hacer, dice su Palabra, pero si permanecemos en Él, aparte de llevar fruto podemos pedir y confiar que recibiremos, porque estaremos en sintonía con la voluntad de Dios en nuestra vida.
Afirmarnos en Jesús es vital para llevar fruto, y juntamente con ello damos la gloria a Dios, porque nuestra vida reflejará Su amor.
Mantengamos la comunión y dependencia con Jesús cada momento de nuestra vida, y seremos testigos de la gran diferencia en nuestro día a día.
Así que, no dejes de conectarte con Dios, Él nos exige que llevemos fruto, y lo lograremos si somos intencionales en buscarlo de corazón y si no nos separamos de Jesús.
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