Muchas veces perdemos las bendiciones que Dios tiene para sus hijos por quedarnos al margen en la fe. Perdemos la conexión real con Dios, lo cual hace que vivamos en pobreza espiritual.
¿Te falta fe? No te quedes al margen
Si estuvieras en medio del desierto, con mucha sed y calor, y encontraras una fuente de agua, ¿qué es lo que harías? Sin dudarlo tomarías esa agua y te refrescarías. Dudo mucho que pases al margen e ignores la fuente porque ella tiene lo que necesitas para estar saciar tu sed.
Cosa semejante pasa con nuestra vida espiritual, cuando pasamos por desiertos y necesitamos de agua, siendo la comunión con Dios la fuente de nuestra fe, lo que necesitamos para continuar este recorrido, ¡debemos recurrir a Él!
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Juan 7:38 (RVR 1960)
Sumérgete sin miedo
Hay muchas cosas que pueden atacar tu fe como el desaliento, las dudas, las oraciones no contestadas, las pruebas, etc. Pero pasar por un desierto espiritual no es el fin porque ¡la fe puede renovarse y seguir creciendo!
Sea cual sea el factor que te llevó a vivir al margen de la fe, no te des por vencido, más bien busca incasablemente de Dios, reconociendo que sin Él no eres nadie, que lo necesitas con todo tu corazón y renueva tu compromiso de seguir en carrera de la fe.
¡Cree que Dios seguirá amándote y ayudándote en todo lo que enfrentas!
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
2 Pedro 1:5-7 (RVR 1960)
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ
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