Son muchas las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida. Dependiendo de ellas, viviremos una vida más calmada o más agitada. Si escogemos hacer lo correcto, será calmada y no tendremos mayores consecuencias; pero si decidimos no hacer lo correcto… son muchas las cosas que pueden ir mal.
Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo».
Génesis 4:7 (NTV)
Definitivamente es más inteligente hacer las cosas bien. Las leyes se hicieron porque se necesitaron. El cinturón de seguridad, por ejemplo, está comprobado que ha salvado vidas, por tanto si decides no usarlo, te estás exponiendo a perderla en un accidente. ¿Te parece sabio?
De la misma manera, hay normas y directrices en la Biblia que haremos bien en respetar. Es la guía que nos dejó Dios para vivir mejor esta corta vida y aprender para nuestra eternidad. Es aquí donde elegimos dónde vamos a pasar esa eternidad, ese tiempo sin fin.
Necesitamos controlar y dominar el pecado. No dejarnos tentar es la respuesta. Y si sientes que fallas muy seguido, necesitas confesarte con Dios y pedirle de corazón que viva en ti, en tu corazón y te ayude a vencer todas las tentaciones. Verás que lo hace.
Es en esta vida que tienes que decidir pedirle a Jesús que sea tu Señor y Salvador. Es tan sencillo como una oración donde te arrepientes de corazón de todas tus faltas y lo invitas a vivir en ti. No olvides que lo invitaste a tu vida. Luego, es lindo que te bautices. Y después, verás el trabajo que hace Dios en tu persona.
Eres como una obra en elaboración. Algunos cambian radicalmente al tomar esa decisión. Otros, vamos poco a poco. Y no te desanimes si fallas, solo fortalécete leyendo más la Biblia y orando cada vez que tengas chance. Dios no nos desampara. Busca de Él y lo encontrarás.
Entonces, ¿ya sabes lo que vas a hacer? ¿Ya tomaste la decisión más importante de tu vida? Recuerda que es la decisión de dónde pasarás el tiempo sin fin, la eternidad. Yo prefiero pasarla con Jesús. Conociendo Su gentileza y sabiduría, la prefiero totalmente a lo que hemos visto del lado contrario.
Déjame saber si hiciste la oración de Salvación, por favor.
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