Puede que hayamos caído en el error de pensar que solo algunas áreas de la vida necesitan oración y otras no; dejando así, una puerta abierta al enemigo para que nos zarandee. La Palabra de Dios nos manda a orar por todo.
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.
Filipenses 4:6 (NTV)
Si bien Dios sabe todo, porque es Omnisciente, hablarle de cada detalle que nos preocupa es una práctica que todo hijo debe hacer, puesto que nuestro Padre quiere escuchar de nuestros propios labios lo que necesitamos.
Orar por todo no es una sugerencia, es un mandato. Además, decirle a Dios lo que necesitamos es un acto de confianza y de fe.
Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:16-18 (RVR 1960)
Dios desea escucharnos y atender lo que nos hace falta, conforme a su voluntad y propósito. Dejemos las preocupaciones de lado y oremos hasta que Dios nos de Su paz.
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