A la mayoría nos gustan los tiempos buenos, los resultados excelentes, las labores fáciles y las personas agradables y apacibles. Pero definitivamente el mundo está lleno de un poco de todo. La vida nos trae momentos difíciles, adversidades y debemos aprender a enfrentarlas correctamente.
Sin embargo, Job contestó: «Hablas como una mujer necia. ¿Aceptaremos solo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo?». A pesar de todo, Job no dijo nada incorrecto.
Job 2:10 (NTV)
Y, ¿cuál es la manera correcta? Recapacitando, conectándonos con Dios y conversando con Él antes de enfocarnos en el problema en sí. Llorar, pegar gritos, maldecir o quejarnos no arregla absolutamente nada. Es más, puede traernos más problemas.
Si quieres ver cambios en tu vida, tienes que dejar de hacer lo que haces regularmente. No puedes esperar ver cambios si no haces nada diferente. Aceptar los retos, las pruebas y los problemas como algo positivo, no nos viene naturalmente, pero podemos decidir hacer el cambio.
Si nos enfocamos en buscar la paz que Dios nos da cuando conversamos con Él, la obtendremos y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para solucionar los problemas. No es que nos vamos a sentar a esperar a que Dios obre y nosotros muy cómodos.
Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo. Juan 16:33 (NTV)
Juan 16:33 (NTV)
No eres el primero ni serás el último en enfrentar diversos tipos de pruebas. Pero ve las pruebas como oportunidades de crecimiento y fortalecimiento y ponte en acción. Acepta las pruebas y pide ayuda a Dios para que Él ponga en tu vida maneras de vencerlas.
Hacerlo te hará crecer espiritualmente y aprenderás lecciones para enfrentar cualquier otra prueba que venga. Enfocarte en Dios te dará Su paz y la perspectiva correcta para enfrentar los asuntos incómodos. Recuerda Su amor y Su poder. Aférrate a Él.
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