El Señor Jesús preparó un regalo especial cuando se fue al cielo, el Espíritu Santo, para que more con nosotros, así como Cristo lo hizo en forma humana. Sería importante meditar ¿por qué es un obsequio? ¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas?
Un regalo anticipado
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
Efesios 1:13-14 (RVR 1960)
El apóstol Pablo dice que los hijos de Dios estamos “sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. También menciona las “arras de nuestra herencia”, es decir, si bien un día estaremos en la presencia del Señor por la eternidad y disfrutaremos de este regalo, ¡aleluya!, las “arras” refiere a un “anticipo” un “pago inicial”; podría decirse que es nuestro adelanto de la Gloria que está por venir.
En otras palabras, el Espíritu Santo nos lleva a la presencia del Señor para que saboreemos un pedacito del cielo, probemos su Gloria por adelantado, aquella que un día disfrutaremos por la eternidad; este es un regalo especial.
Una marca que transforma
El Espíritu Santo ha dado a su iglesia una marca distintiva, transformando a miles de creyentes; es decir, “ya no son de este mundo” su mirada está puesta en las cosas de arriba y no en la tierra, no son tibios ni mediocres, al contrario, disfrutan tanto de la presencia de Cristo que sus corazones claman de día y noche “ven pronto Señor Jesús”.
¿Experimentaste “las arras del Espíritu”? Podemos respondernos con algunos ejemplos. Si al asistir a una reunión sentiste a Cristo tan real en tu vida que habló a tu necesidad, si saliste de la iglesia lleno de la presencia de Dios por lo que los problemas ya no te preocuparon; si recibiste su amor, gozo, paz, tanto que quedaste desilusionado de esta tierra y todos sus placeres, entonces probaste este regalo.
¿Recibiste este valioso regalo?
¿En este momento estás listo para irte con Cristo? ¿Puedes decir que amas al Señor más que a tu propia vida? Si la respuesta es positiva, ten por seguro que el Espíritu Santo está obrando en tu corazón. Pero, si es negativa, debes examinar cuidadosamente tu interior, porque no anhelas estar con Él.
Te animo a buscar este regalo en oración y santidad, que nuestro corazón y nuestras manos estén limpias para que nada obstaculice la obra del Espíritu Santo.
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ
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