Los seres humanos nacemos mortales y tememos la muerte, pero podemos estar preparados para lo inevitable. Es lo más seguro que tenemos en la vida, la muerte. Sin embargo, hay una tranquilidad que tenemos quienes creemos en Dios y en Sus promesas.
Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Juan 11:25–26 (RVR 1960)
Hay quienes simplemente viven pensando que no les va a pasar. También se dan casos de quienes se pasan la vida temiendo la muerte. Por ello, es posible que puedan vivir realmente. El temor siempre paraliza y la manera de vencerlo es estando preparados para lo inevitable.
Un poco de temor a lo inevitable es bueno
Puede que sea bueno tener un cierto nivel de temor a lo inevitable, que es la muerte. Al temerla un poco, nuestro comportamiento puede mejorar. Es lógico un poco de temor, porque es algo desconocido. No saber exactamente cómo es el proceso nos pone alertas.
Esa sería la parte positiva del temor a lo inevitable. Que temiendo ir a un lugar desagradable, es más probable que nos comportemos de mejor manera para evitar ese sitio. Lo negativo es que el temor nos llega a paralizar y nos impide realmente vivir.
¿Cómo prepararnos para lo inevitable?
Teniendo en cuenta que la Biblia es la Palabra de Dios, escrita por hombres a quienes Él dio la inspiración, en ella tenemos la respuesta. Saber si somos salvos o no, es sencillo, depende solo de la decisión que tomemos y que la tomemos antes de morir.
Si tienes alguna duda, te recomendamos leer el libro de Romanos capítulo 10 en la Biblia. Allí podrás ver que la salvación es para todos y cómo puedes obtenerla. Es tan sencillo que a muchos les cuesta creerlo. Dios está en todas partes, es omnipresente, también lo sabe todo, es omnisciente.
Sabiendo esto, puedes hablar con Él en cualquier momento con tu corazón verdaderamente arrepentido de todo lo negativo que hayas hecho. Le pides que entre en tu vida, que sea tu Señor y Salvador y te guíe.
Ya luego, es cuestión de seguir en Sus caminos, lees la Biblia, buscas una iglesia y te bautizas. Es una decisión de vida, que te garantiza que estás preparado para lo inevitable. ¿Sabes la tranquilidad, la paz y la confianza que eso te da? Te animo a hacerlo si aún no lo has hecho.
Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová.
Proverbios 8:35 (RVR 1960)
No sigas temiendo lo inevitable. No tengas más temor a la muerte. Recuerda que es lo que verdaderamente tenemos garantizado, pero existe la promesa de esa eternidad en un lugar maravilloso que Jesús nos está preparando. Así nos ama Dios. Tanto, que quisiera que todos pasemos esa eternidad con Él.
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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