Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
Juan 16:13-14 (RVR 1960)
Ser cristiano no es fácil, nos encontramos con muchas oposiciones en el mundo, inclusive en nuestra familia y entorno. Como es una nueva vida, parece que hay un sin de aspectos que cambiar y muchas veces se nos agotan las fuerzas, ¿quién nos ayudará en este proceso?
Era necesario que Jesús ascendiera al cielo, para tener la presencia del Espíritu Santo, quien es la promesa misma de la presencia de Dios en nuestra vida, quien nos guía a toda verdad.
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Romanos 8:26
Es posible una vida cristiana, porque el Espíritu Santo está en nosotros y nos revela la voluntad de Dios, nos confronta ante el pecado y nos da discernimiento. Junto con la Palabra de Dios hacen que nuestra vida refleje el amor y la grandeza del Señor.
No puedes seguir solo
Puede que estés pretendiendo recorrer el camino de la fe sin considerar la ayuda del Espíritu Santo, y por ello te parece que es imposible ser un buen cristiano. Deja que Él te ayude y te guíe, pues sin su presencia sin duda te agotarás, hasta puedes rendirte en el proceso.
Dios envió al Espíritu Santo con el fin de que esté con cada uno de las personas que han creído y han hecho de Jesús su Señor y Salvador. Él nos convence de pecado, nos ayuda a testificar de Cristo, es el sello de que somos hijos de Dios, nos conduce a toda verdad, nos enseña y consuela.
No sigas solo, deja que Él te guíe.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Romanos 8:14 (RVR 1960)
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