Después de haber pasado tres años, cuatro meses y dieciséis días en una cárcel de la ciudad de Nueva York, la señora Gattie Hollowell fue llamada «la mujer olvidada».
Al investigarse su situación se vio que esta mujer nunca había sido procesada. El juez instruyó la investigación y culpó a los abogados de la encarcelada por negligencia porque en vez de ayudarla se habían olvidado de ella.
Una vez descubierta esta burla a la justicia, el caso recibió la atención que merecía y la mujer pronto estuvo en libertad.
No importa si tus amigos o familia te fallaron, si alguien prometió ayudarte y no lo hizo, tu sigue confiando en Dios porque Él nunca te olvida y vendrá en tu ayuda.
Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?»
Hebreros 13:6 (NTV)
La gente puede desilusionarnos, puede fallarnos, pero Dios siempre vendrá en nuestra ayuda. Pon toda tu confianza en el Señor y espera en Él.
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