Un granjero, al ver que un pájaro estaba tratando de construir su nido en un montón de maleza formada por ramas secas que se habían cortado de unos árboles, se acercó allí y deshizo la obra que tanto trabajo le había costado a la pequeña ave. Al día siguiente, ésta ya estaba reanudando de nuevo su tarea pero con el mismo resultado, pues también esta vez el granjero destruyó el nido.
Por tercera vez el pájaro empezó a construir su nido, ahora en el alero del tejado junto a la venta de la cocina. El granjero lo miró y sonriéndose, lo dejó continuar con su tarea.
Días después el fuego destruía el montón de ramitas donde por dos veces el pájaro había intentado poner su nido, pues era sólo un haz de leña para quemar.
Cuando emprendemos nuevos planes y proyectos, lo hacemos con mucho entusiasmo y ponemos nuestro mejor esfuerzo seguros de que Dios no bendecirá; pero de repente llega algo que destruye lo que habíamos iniciado. Volvemos a comenzar nuestra tarea y pasa otra cosa más que nos impide cumplir nuestros planes.
En muchas ocasiones la gente se da por vencida la primera o la segunda vez que trata de hacer algo, o sigue intentando pero sin cambiar nada y culpan a Dios o se decepcionan de Él porque las cosas no les salen bien, sin darse cuenta que Dios los está guardando de algo que podría destruirlos.
“Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos”. Isaías 55:8,9 (NTV)
Es muy bueno tratar de superarse y emprender cosas pero nuestros planes deben ser consultados con Dios en oración, pidiéndole sabiduría para poder tener éxito en lo que hagamos.
Consulta con Dios todos tus planes, ora y cuando una dificultad se presente, pregúntale cuál es su voluntad, pide su guía para que todo lo que hagas prospere y no te encapriches en una sola cosa, si no se da es porque Dios puede estar guardándote de algo que tú no llegas a ver.
No te enojes cuando Dios cambie tus planes y por el contrario agradece y confía, porque podrías estar encaminándote a la ruina sin darte cuenta.
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