Cuando buscamos la sabiduría y tenemos a Dios en nuestra vida, no buscamos la manera correcta solo de pensar, sino de hacer. Necesitamos adquirir sabiduría pero no dejar nunca de tener humildad, porque hemos visto a muchos que adquieren tanta sabiduría, que llegan a sentirse superiores e inalcanzables.
Si ustedes son sabios y entienden los caminos de Dios, demuéstrenlo viviendo una vida honesta y haciendo buenas acciones con la humildad que proviene de la sabiduría;
Santiago 3:13 (NTV)
Dios nos llama a amarnos y vivir con honestidad y bondad en nuestros corazones. Por mucha sabiduría que puedas adquirir, no dejes jamás de tener humildad, por favor. Dios detesta el orgullo desmedido, la jactancia y ama que seamos humildes.
El conocimiento, como todo en la vida, puede ser usado inapropiadamente e incluso lo podemos llegar a adorar, cosa que no es buena. Sí, debemos buscar el conocimiento suficiente para tener respuestas, sobre todo cuando queremos hablar de Jesús.
Pero la sabia humildad viene al buscar conocimiento como un recurso y una oportunidad. Una manera de conocer a Dios, y desempeñarnos con bondad y sabiendo que complacemos a nuestro Dios. Es otra forma de adorarlo. El conocimiento o sabiduría en acción y con humildad.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
Filipenses 2:3 (RVR 1960)
Podemos querer ser cada vez más sabios para Dios y en cuanto al conocimiento de Él, pero siempre, conservando la humildad. No vanagloriarnos ni creernos superiores por el conocimiento que adquiramos, por favor. Dios nos ama humildes, obedientes y amorosos.
Pidamos a Dios sabiduría cada día, y que nos ayude a no jactarnos por el conocimiento que adquiramos. Seamos gentiles, humildes y llenos de amor para todos en nuestro entorno. Acerquémonos cada vez más a Dios y Sus maneras.
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