Cuando leemos la Biblia, nos damos cuenta que David escribía canciones, las cantaba y muchas veces bailaba ante Jehová; incluso cuando llevaron el arca de Dios a Jerusalén. David honraba muchas veces a nuestro Señor bailando y adorando.
Alaba su nombre con danza, y acompáñala con panderetas y arpas, porque el Señor se deleita en su pueblo; él corona al humilde con victoria.
Salmos 149:3-4 (NTV)
Evidentemente no todos los bailes son buenos para alabar a Dios. Solamente aquellos bailes que no son pecaminosos ni subidos de tono se pueden realizar para adorar y alabar al Señor. La Biblia también nos dice que hay momentos apropiados para bailar, significa que hay momentos donde no es apropiado.
Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar.
Eclesiastés 3:4 (NTV)
Sabemos que debemos glorificar a Dios con nuestras vidas y cuerpos, pero de manera pudorosa, decente y que no tiente a otros. Solo como expresión sublime de adoración a Dios con ese cuerpo y movimientos que nos dio.
De la misma manera que hay canciones con letras subidas de tono, hay bailes subidos de tono. Dios nos dio discernimiento para reconocer lo que está bien y lo que no. Por tanto, es muy sencillo saber cómo podemos adorar a Dios con música, letra que edifique y baile decente.
MIRA NUESTRA ACTIVIDAD EN LAS REDES SOCIALES