Imagina que tienes un deseo en tu corazón y recibes la promesa de que lo tendrás, pero “como las estrellas del cielo” Por ejemplo, es como pedir al Señor un empleo y que Dios te conceda ser gerente de la empresa ¡Es más de lo que imaginas! ¿Cómo recibir semejante bendición?
“y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” Génesis 22:16-18 (RVR 1960)
Abraham fue el hombre que recibió esta promesa y después, el Señor le pidió a su único hijo, aquel que él anhelaba con toda su alma. Lo asombroso es que Abraham no se lo negó, le entregó lo que más amaba demostrando su obedienciaa Dios y que todo, innegablemente “todo”, le pertenecía a Él.
¿Le has entregado todo a Dios? Es posible que Él no esté en primer lugar en tu vida y que además no estés obedeciendo su palabra, si fuera el caso estás olvidando que Él es todopoderoso.
“Él cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres.” Salmos 147:4 (RVR 1960)
Los favores que el Señor quiere darte son innumerables, no se pueden contar así como las estrellas del cielo o como la arena que está en la orilla del mar, pero Dios puede hacerlo. Él sabe cuántas estrellas existen en el cielo y, además, no olvida sus nombres; así mismo, conoce cada una de las bendiciones que te dio y aún quiere darte.
En esta oportunidad te animo a seguir el ejemplo de Abraham y no reservarte nada para ti, si crees en Dios entonces le entregarás todo, incluso lo que más amas en la vida. Recuerda que el Señor tiene grandes promesas para ti ¡No te pierdas ninguna!
Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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