Este año, 680 mujeres de diferentes edades se capacitaron en ramas técnicas gracias al programa Casa de las Mujeres. Felipa Machaca de 75 años y Raquel de 14 años fueron dos participantes que aprendieron tejido, costura y repostería para iniciar un negocio.
Las Casas de las Mujeres reciben participantes con ganas de recibir capacitación. Ingresan en promedio desde los 18 años, pero hay excepciones como la de Raquel, que a sus 14 años ya fue capacitada afirmó la jefa de Empoderamiento Ciudadano de la Dirección de Políticas de Igualdad, Elizabeth Aguirre.
Historias
Felipa Machaca es una señora de pollera, quien este año se capacitó en tejido en la Casa de las Mujeres de la zona Rosal Norte, en Periférica. Con una sonrisa en los labios afirma que no hay edad para aprender. “Yo sigo, sigo, más ya no se puede, pero viviendo se puede. Un poco la vista me falla, pero con lentes estoy haciendo”, dice Felipa.
Este año tejió siete chompas a máquina en los ocho meses que duró la capacitación. Una de las prendas que elaboró es una guinda abierta y con botones de lana de alpaca que utilizó en el acto de graduación de ayer lunes. Todas sus compañeras de curso tejieron chompas guindas de diferentes modelos que también lucieron en la colación de grado.
En el mismo macrodistrito de Periférica, pero en la zona Alto 27 de Mayo, Raquel de 14 años también se capacitó en costura y repostería. En esta gestión cursó su segundo año de capacitación en ambas áreas. Sin embargo, lo que más le gustó es elaborar pasteles y otro tipo de masitas. Ella incursionó en los cursos por curiosidad, afirmó. Ya en el segundo año se propuso como objetivo apoyar a su mamá con un emprendimiento.
“Hemos pensado abrir una pastelería. Ese es nuestro sueño y yo la apoyo, porque también yo ya sé. Vamos a poner un negocio propio y vamos a ser independientes”, manifestó Raquel. A pesar de haberse capacitado, también quiere estudiar otra carrera. “Yo voy a estudiar para ser profesora de deportes, porque me encanta el deporte. Estoy en segundo de secundaria en el colegio Bicentenario La Paz”, explicó.
Venta de productos
En ambos casos, la capacitación de estas mujeres posibilitó la venta de chompas, empanadas y tortas. “Hemos vendido dos chompas a 100 bolivianos de lana de alpaquita”, enfatizó Felipa Machaca. Raquel cuenta que durante este año atendieron pedidos de sus vecinos para elaborar masitas.
“En nuestra casa hacemos pasteles, tortas, empanadas y donuts. Hacemos a pedido empanadas, queques, incluso hicimos una torta para cumpleaños”, relató. Ambas tienen la intención de seguir con su capacitación en 2020, incluso Felipa tiene la intención de comprar una máquina de tejer para elaborar prendas de lana y venderlas.
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