En la vida se nos pueden presentar circunstancias que nos sacudan, tempestades grandes que tengamos que enfrentar y solamente podremos vencerlas si nos aseguramos de estar sobre la Roca de nuestra salvación.
Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas.
Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó:
amigo mío?
roca no…! Y esto fue lo que me salvó.
Es inevitable tener problemas que nos sacudan, es parte de la vida; sin embargo, es muy importante que nos aseguremos de estar sobre la Roca porque por más que los vientos soplen fuerte, nuestra Roca no se moverá.
Solo él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde jamás seré sacudido. Salmos 62:2 (NTV)
Dios es nuestra fortaleza en tiempo de angustia, solamente si nos aferramos a Él encontraremos la seguridad y la fortaleza para salir adelante, aférrate a esa Roca segura, inamovible.
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