Busquemos la luz que da la gracia de Dios

• 20 Jul, 2022
• 1285

• COMPARTIR EN FACEBOOK
• COMPARTIR EN TWITTER
• COMPARTIR EN WATHSAPP

Sabiendo que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana, podemos entender que siempre se conduele, siempre nos comprende y nos perdona. Esa es la maravillosa gracia de Dios que debemos buscar cada día. Es Su gracia la que nos permite estar siempre contentos.

Más que gracia

La realidad, lo que vemos, lo que de hecho está pasando, nos puede inquietar, pero porque sabemos de la gracia de Dios, sentimos Su paz. Esa maravillosa paz que sobrepasa entendimiento. Por eso es necesario buscar esa luz que nos da Su gracia.

Es la ayuda y fortaleza que recibimos cuando la necesitamos. Es un poder que nos permite lograr cosas si pedimos la ayuda de Dios. Salgamos de la oscuridad del pasado. Ya el pasado dejó de existir. Estemos en el presente, disfrutando de la gracia de Dios.

Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.

Hebreos 4:16 (NTV).

La luz de Su gracia en el presente y no la oscuridad del pasado

Busquemos siempre la luz de Su gracia y vivamos el presente. Dios nos perdonó y por tanto no debemos estar hurgando el pasado. Ya pasó y es necesario vivir en el momento. Tampoco preocupados por el futuro. No es malo ser previsores, pero no nos debemos obsesionar con lo que no ha llegado aún.

El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios.

Romanos 6:14 (NTV).

Saber que tenemos Su gracia no significa que vamos a continuar pecando porque nos venga en gana. No, nunca debemos desafiar a Dios y más bien debemos querer servirle, complacerlo, agradarle. Porque al recibir a Jesús en nuestro corazón, tenemos el deber de procurar no pecar.

Ahora bien, ¿eso significa que podemos seguir pecando porque la gracia de Dios nos ha liberado de la ley? ¡Claro que no! ¿No se dan cuenta de que uno se convierte en esclavo de todo lo que decide obedecer? Uno puede ser esclavo del pecado, lo cual lleva a la muerte, o puede decidir obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida recta.

Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.