Recomiendan capacitaciones a padres y maestros. En La Paz seis menores de edad que asesinaron a sus enamoradas evaden la cárcel por un centro de reintegración.
Para evitar casos de feminicidas menores de edad, expertas y activistas aseguran que el Ministerio de Educación debe trabajar en los colegios con programas de prevención contra la violencia.
“Estamos llegando a unos extremos que nos muestran el grado de enfermedad que tiene nuestra sociedad. Feminicidios cometidos por adolescentes son de una gravedad extrema”, dijo la activista y socióloga Sonia Montaño.
La experta indicó que el principal actor institucional para enfrentar y prevenir esta problemática es el Ministerio de Educación. “Debe ejecutar políticas para que los niños entiendan desde su corta edad que la violencia es inaceptable desde todo punto de vista”, dijo. Añadió que hay que capacitar en estos temas a los maestros y padres de familia.
Hace más de dos meses, Abigail, de 18 años, fue golpeada y atacada con piedras y un cuchillo hasta morir por su exnovio de 17 años. La familia de la víctima exige que el asesino reciba una condena de 30 años y sea enviado a una cárcel.
El agresor fue detenido y por su edad guarda detención preventiva en el Centro de Reintegración Social para Varones, dependiente del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges). No es el único menor de edad que fue enviado o cumple una condena por feminicidio en este centro. Según la trabajadora social de este espacio, Rosmery Ortiz, otros cinco adolescentes están internados en este recinto por el mismo delito. Aclaró que los jóvenes ingresaron en diferentes fechas.
Para la feminista e investigadora Patricia Flores la presencia de feminicidas adolescentes es una señal gravísima de la situación de la violencia contra las mujeres en el país.
Según Flores, la responsabilidad de revertir esta situación está en las familias y las instancias estatales. “Sobre todo se debe generar un sistema estatal altamente efectivo, comprometido, probo y responsable en la lucha contra toda forma de violencia, desde el sistema educativo, judicial y medios de difusión, pero ante la grave realidad las buenas intenciones y los -pactos- terminan siendo parte de una retórica inoperante”, dijo.
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