Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas.
Salmos 91:11 (NTV)
Se cuenta que hace varias décadas, el pastor R.L. Hastings, de Boston, un hombre consagrado a Dios, estaba cabalgando por las montañas de New Hampshire llevando una cuantiosa suma de dinero a un amigo. A lo largo del camino se paró en un pequeño claro del bosque y descendió del caballo para atirantar un estribo. La luna brillaba sobre él y su caballo mientras hacía el arreglo en la silla. Luego volvió a montar en el caballo y siguió su camino.Varios años más tarde fue llamado al lecho de muerte de un hombre. Después de haber hablado con el enfermo unos minutos, éste le preguntó a Hastings si recordaba la noche y el lugar en el que había desmontado para arreglar un estribo.
El pastor comprendió ese momento que solamente podría haberse tratado de un ángel.
No hay dudas de que Dios manda ángeles para proteger a los hijos de Dios:
Por lo tanto, los ángeles solo son sirvientes, espíritus enviados para cuidar a quienes heredarán la salvación. Hebreos 1:14 (NTV)
Seguramente nunca seremos conscientes de la protección de Dios, de cómo nos ha guardado del mal y que su cuidado es constante. Todos hemos pasado por momentos malos, por problemas, incluso quizás fuimos víctimas de un robo; sin embargo, aún ahí Dios puso ángeles para proteger nuestra vida. Nunca sabremos a cabalidad de qué peligros nos ha guardado el Señor, pero podemos confiar en su cuidado y protección.
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