Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”
Lucas 21:34-36 (RVR1960)
La situación por la que está pasando el mundo entero sigue siendo crítica y desfavorable. Aunque China, epicentro de la pandemia, está volviendo a la normalidad en sus actividades y las autoridades de ese país mencionan que está todo bajo control,otros países están empezando a enfrentar el coronavirus.
Hans Kluge, jefe de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió el pasado 26 de marzo que “Debemos ser conscientes de que afrontamos una nueva realidad: esto no es una carrera de esprint sino un maratón, y una vez se levanten las medidas restrictivas podría haber un segundo o un tercer pico de casos”
Si bien estas noticias no son alentadoras y la pandemia del Covid-19 va en aumento, debemos tener cuidado y no permitir que la preocupación de esta vida nos absorba y nos haga olvidar a Dios, a tal grado que dejemos de prepararnos para su venida.
Es cierto e importante que hay que cuidar la vida, pero también debemos abrir nuestros ojos y darnos cuenta que somos temporales en esta tierra, no vamos a vivir para siempre, nuestra ciudadanía está arriba, en los cielos, por eso no debemos preocuparnos al extremo de perder la paz por la situación que estamos pasando.
Piensa que esto es una de señales de que Jesús viene pronto y anhela su regreso.
Jesús dice:
No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. Y ustedes conocen el camino que lleva a donde voy.
Juan 14:1-4 (NTV)
Sé que el bienestar de tu familia te preocupa, también la economía porque no puedes salir de casa por las restricciones de tus autoridades y probablemente no sepas qué hacer. Recuerda quién es Dios para ti, Él no permitirá que sufras daño alguno. El señor te cuidará y proveerá lo que necesitas.
Ten fe y confía en el Creador del cielo y la tierra.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ
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