Paciencia en todo

• 23 Jan, 2020
• 1999

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Las pruebas son parte de la escuela de la paciencia, las situaciones complicadas y que no podemos explicar moldean el carácter personal; aunque en ocasiones  generen debilidad física y emocional.

Una persona que sufre un accidente y se luxa el pie requiere un tratamiento eficaz y paciencia para recuperarse, hay que ser paciente al esperar el turno para la atención en una oficina, cuando esperas un regalo o el autobús en la parada; para todo se necesita paciencia.

La Palabra del Señor dice: “Vale más ser paciente que valiente; vale más dominarse uno mismo que dominar a los demás.” Proverbios 16:32 (TLA)

Una mujer fue al médico porque le dolía el cuerpo, el doctor la auscultó y luego le mandó a realizarse diversos análisis para poder prescribir la receta médica o el tratamiento que ella tendría que seguir para mejorar. El galeno le dijo que el proceso duraría tres meses y que después de ese tiempo notaría la mejoría, pero ella solamente siguió las indicaciones por una semana y después las abandonó porque según ella no le hacían efecto y apareció en el hospital al culminar el mes con una condición más delicada, ¿Fue culpa del médico o de la paciente con impaciencia?

A veces no tomamos en cuenta la Palabra de Dios y obramos impacientemente al calor de las emociones. Esto no debe ser así, hay que darle tiempo a lo que el Señor hace en nuestra vida porque Él tiene planes de bien para cada uno de nosotros.

Las pruebas duelen pero tienen un para qué, un propósito como se menciona el libro de Romanos 8:28 (NTV): “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito.”

¿Esperaste la respuesta a tus oraciones por mucho tiempo y aún no tienes una pista de lo que sucede? ¿Te gustaría que alguien aparezca y te dé la respuesta a tu necesidad? Se necesita paciencia, pero no sólo se trata de esperar, sino que también implica acción de tu parte, orar, pedir sabiduría y dirección para hacer lo correcto.

¿Eres paciente? Si no es así el Señor puede moldear tu vida para que desarrolles esta característica.