“Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees, Marta?” (Juan 11:26 NTV)
¿Alguna vez te interesó la palabra “inmortal”? Dios es Eterno e inmortal, vive por siempre.
El diccionario la define inmortal como: “aquel cuya vida es eterna ya que no puede fallecer”, y lo relacionan a seres mitológicos o de ficción; pero no podemos comprender la inmortalidad real en series de televisión sino con la palabra del Señor.
La Biblia nos narra la historia de Lázaro, uno de los amigos íntimos de Jesús. Este hombre lo recibía en su casa cada vez que el Maestro pasaba por Betania, era un buen amigo, hospitalario y amable, pero un día Lázaro enfermó de gravedad.
Jesús se enteró de la noticia pero no fue inmediatamente a ver a su amigo, esperó unos días pero en esa espera Lázaro murió.
“—Después agregó—: Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero ahora iré a despertarlo.”(Juan 11:11 NTV)
Cuando Jesús llegó a Betania, María le dijo que si hubiese llegado antes su hermano no habría muerto, lo mismo hizo Marta; es lo que cualquier persona hubiese hecho ante tal situación, pero Él les habló sobre la importancia de la fe, de creer, les dijo que Lázaro iba a resucitar.
Jesús se dirigió a la tumba, lloró y luego pasó lo siguiente: “Entonces Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!». Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!».” (Juan 11:43-44 NTV)
Lázaro resucitó y fue un testimonio vivo del poder del Señor, por este milagro mucha gente creyó en Jesús. Lázaro vivió por un tiempo más y cuando le llegó la muerte alcanzó la inmortalidad al creer en Jesucristo.
Jesús murió y resucitó al tercer día quitándole las llaves de la muerte al que tenía el imperio de la misma, al recibir a Cristo en el corazón y vivir para Él en obediencia a su palabra, los hijos de Dios alcanzamos la vida eterna en el reino de los cielos evitando la muerte segunda en el lago de fuego.
1 Corintios 15:53 NTV: “Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales.”
¿Alcanzaste la vida eterna en Cristo?
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