Es natural el temor a enfrentar circunstancias adversas o desafiantes, sobre todo cuando desconocemos lo que nos espera o cuando las tenemos que enfrentar solos; sin embargo, no temas porque nunca estás solo.
En el libro «Ángeles: agentes de Dios» De Billy Graham, se cuenta la historia de un cristiano en Noruega que, tratando de evangelizar a personas que vivían en un profundo valle, tuvo que descender allí por un sendero peligroso entre las montañas.
A un paso de un gran precipicio se detuvo a orar pidiendo a Dios que enviara a su ángel para acompañarlo.
El hombre se detuvo en la primera estancia que encontró para posar, y resultó ser la casa de un matrimonio amigo que habían estado mirando cómo descendía por el sendero entre la nieve, llenos de ansiedad por el temor de que resbalara y cayera en el precipicio.
Después de saludarlo, los amigos le preguntaron:
Sin importar si este año que concluye fue el mejor o quizás no fue tan bueno, el próximo traerá sus propios desafíos y siendo conscientes de que Dios no nos abandonó, ni lo hará, primeramente agradezcámosle por sus bendiciones y cuidado y, después, encomendemos el año que inicia pronto.
Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará.
Salmos 37:5 (NTV).
Dios tiene planes de bien para tu vida y siempre tendrá cuidado de ti, solamente debes entregarle todo lo que haces y creer todo nos ayuda a bien.
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
MIRA NUESTRA ACTIVIDAD EN LAS REDES SOCIALES