Muchos tienen miedo al fracaso, al futuro, a la muerte, de ser rechazados, a lo que dirán los demás, de no encontrar el amor, de no poder pagar sus deudas, de no salir de su situación o enfermedad. ¿Qué hacer frente al miedo?
Antes de que David tomara el trono de Israel, vivió la vida de un fugitivo. El rey Saúl lo perseguía constantemente y su vida corría peligro. En ese momento, sus amigos le aconsejaron: «que escapara a las montañas para ponerse a salvo». Sus amigos tenían buenas intenciones, pero David sabía que no era correcto escapar en ese momento.
Yo confío en la protección del Señor. Así que, ¿por qué me dicen: «¡Vuela como un ave a las montañas para ponerte a salvo! Los malvados ponen las cuerdas a sus arcos y acomodan sus flechas sobre las cuerdas. Disparan desde las sombras contra los de corazón recto. Cuando los fundamentos de la ley y del orden se desmoronan, ¿qué pueden hacer los justos?»?
Salmos 11:1-3 (NTV).
Hay cosas a las que no podemos escapar y debemos enfrentar. En este caso, David decidió enfrentar la amenaza del rey Saúl y la respuesta a los consejos de sus amigos fue: «Yo confío en la protección de Dios».
Para David las cosas no son como parecen ser, parece que los malos mandan o que las situaciones son imposibles, pero la realidad es otra. Allí arriba hay un Dios, sentado en su trono y mirando todo.
Pero el Señor está en su santo templo; el Señor aún gobierna desde el cielo. Observa de cerca a cada uno y examina a cada persona sobre la tierra.
Salmos 11:4 (NTV).
Parece desapercibido, pero Dios existe y está pendiente de cada uno de sus hijos. Él mira todo lo que nos pasa y hacemos. Aunque la situación o los malos parecen ser invencibles, en su momento Dios los juzgará. Él es justo y ama la justicia.
El Señor examina tanto a los justos como a los malvados y aborrece a los que aman la violencia. Hará llover carbones encendidos y azufre ardiente sobre los malvados, y los castigará con vientos abrasadores.
Salmos 11:5-6 (NTV).
Cuando mires a tu alrededor y solo veas problemas, recuerda que la realidad es otra. Dios está a cargo, no las persona ni las circunstancias.
Y aunque los problemas te invadan uno tras otro, recuerda que para Dios no hay nada imposible. Él es soberano y todopoderoso.
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Salmos 46:10-11 (RVR 1960).
Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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