Seamos uno, sin dejar de ser dos

• 18 Nov, 2022
• 1217

• COMPARTIR EN FACEBOOK
• COMPARTIR EN TWITTER
• COMPARTIR EN WATHSAPP

¿Sabías que Dios quiere que seamos uno? Imagina que te quemas con aceite un dedo mientras estás cocinando, no solo sentirás dolor dónde te quemaste, sino que es natural que sufra todo el cuerpo, así mismo sucede con nosotros.

Seamos uno con Cristo

Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

1 Corintios 12:12-13 (RVR1960).

La Biblia indica que somos el cuerpo de Cristo, el cual consta de muchos miembros que cumplen diferentes funciones. Cada uno tiene un propósito y aun así, el cuerpo es uno; por tanto, si alguno sufre, se pierde o aleja, afectará a toda la iglesia.

Por esta razón, cuando perseguían a los cristianos en el tiempo antiguo, la iglesia permanecía unida a escondidas, no desaparecían. De ellos podemos aprender mucho, puesto que existía unidad y preocupación por el prójimo; sentían el dolor de la ausencia de su hermano.

¿Eres oveja?

Siempre debemos recordar que Dios nos compara a ovejas, ellas están unidas en un redil sujetas a su pastor, de lo contrario estarían expuestas a las fieras del campo. Así mismo, el Señor desea que seamos uno, obedientes a Cristo y sus pastores.

En la actualidad muchos prefieren una iglesia digital, pero la Palabra de Dios fue clara «no dejar de congregarse». Por tanto, el internet debe ser solo un recurso auxiliar. Otros no desean asistir porque dicen que las iglesias se han desviado de la verdad, sin embargo, recordemos que el Señor siempre tiene un lugar dónde podamos crecer.

En esta oportunidad te animo a que seamos uno, asiste a una iglesia, tu vida tiene un propósito y eres necesario en la obra de Dios. Pero, si asistes, piensa en algún hermano que ha dejado de asistir, preocúpate, búscalo y ora por él; porque el cuerpo de Cristo sufre su ausencia.

Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.