MISERICORDIA Y PERDÓN
Durante muchos años camine insatisfecho por mi vida, sentía un vacío muy profundo en mi alma, a los 22 años sentía que había vivido y experimentado todo. Ya no tenía voluntad de seguir viviendo, mi alma estaba vacía, pero Dios en su amor y misericordia se manifestó a mi diciendo: “… si tus pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quisieres y oyeres comeréis el bien de la tierra.; Isaías 1:18-19”
El precio que nuestro señor Jesucristo pago por nuestros pecados, fue su sangre preciosa y no por el pecado de algunos sino por el pecado de todos. El pecado que hay en nosotros, nos mata espiritual mente y no podemos sentir el amor, la paz, la misericordia de Dios en nuestras vidas; es por eso que nos sentimos vacíos, insatisfechos, muertos en vida, sentimos que nadie nos ama y no podemos amar.
La muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo, nos permite alcanzar perdón de nuestros pecados, reconciliarnos con Dios y recibir su amor y misericordia. No importa cuál sea el pecado que hayamos cometido, pequeño o muy grande, lo que importa es que, si nos acercamos a Dios a través de nuestro señor Jesucristo, reconocemos nuestros pecados y le pedimos perdón, seremos restaurados para vivir la vida en abundancia que Cristo nos regaló en la cruz.
Siervomensajero
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